Ficción extraña, bots y juegos de realidad alterna

Presentación

En el 2016, el director Oscar Sharp trabajó con un investigador de inteligencias artificiales, Ross Goodwin, para crear una inteligencia artificial que reemplazara el trabajo de un guionista. El bot, llamado Benjamin, después de alimentarse copiosamente de películas laureadas en el género (Blade Runner, El quinto elemento, etc.) generó el guion para un corto de ciencia ficción llamada Sunspring. Dicen que los actores se carcajearon durante la primera de lectura, entre lo absurdo y lo maravilloso.

Mucha gente cree que la solución para simplificar muchas tareas de nuestras vidas está en la inteligencia artificial. Algunos, incluso, creen que pronto tendremos bots que reemplacen, si no la creatividad, el trabajo de generar las estructuras narrativas (como las escenas de un guion) para que el humano dé los detalles finales. El sitio de noticias de Bing, de Microsoft, por ejemplo, ya usa solamente notas generadas a través de inteligencias artificiales. Desde hace tres años que un humano no escribe ahí. 

En lo personal, por extraño que parezca, durante diversos talleres creativos y asesorías personales, más de una vez me han preguntado si no hay un bot que solucione la cuestión de la redacción y los acentos. Y después se animan a preguntar si su teléfono no tiene algún ente mágico que pueda meterse en sus sueños, sus cabezas, un traductor de sus inquietudes y su imaginación, que tenga la capacidad para generar la historia por ellos. Sí lo hay: se llama cerebro y el cerebro, así como se educa para construir procesos racionales como las matemáticas o la lírica de un poema, también se educa para traducir la imaginación en una historia. La imaginación humana aún no puede ser contenida en bots o en inteligencias artificiales. Si ello es afortunado o desafortunado, es decisión personal de cada uno de ustedes. 

Sin embargo, en un giro irónico, pareciera que los bots (quitándoles la inteligencia, y lo artificial) pueden ayudarnos a construir arquitecturas interesantes o pesadillas que nos podrían ayudar como punto de partida para explorar lugares interesantes dentro de nuestra psique. 

Brian Eno, músico y productor, creó una serie de tarjetas que se llaman “Estrategias oblicuas”. Como las cartas de un tarot, estas cartas se revuelven y al sacarlas, nos darán una instrucción, un aforismo o una frase que podemos interpretar de manera creativa para despertar un sentimiento o una posibilidad. Aunque Brian Eno las usaba para generar música un poco caótica o azarosa, diversos artistas en todo el mundo las han utilizado en todas las disciplinas posibles: literatura, pintura, fotografía y, por supuesto, cine. Generar historias laberínticas con capas de profundidad y significados es un arma de dos filos, puede ser un juego de niños, un mural de asombro o un caleidoscopio deprimente, tedioso y aburrido. 

En esta clase hablaremos de bots, literatura alterna y métodos de creación poco convencionales que podrían ayudarnos a encontrar el norte. 

Propósito

  • Ver cómo las energías caóticas pueden funcionar a nuestro favor. 
  • Entender que la inspiración no existe: se llama trabajo.  
  • Crear un mundo, un punto de quiebre, un guion onírico a través de un juego.  
  • Discutir sobre otros modos de creación: aparentemente ya no basta con lo lineal, pero la creación también depende de la capacidad del absurdo y del juego. 

Temario

  • Las estrategias oblicuas. La creación como un juego de cartas. 
  • Sunspring y Esta casa tiene gente en ella. Guiones que amplían o retuercen el significado de una historia.
  • Bots de twitter: historias infinitas. 

Actividades

  • Sugiero leer los bots de twitter mencionados en recursos. 
  • Ingresar a la clase de Teams para discutir nuestro tema.

Recursos